Enemigos Intimos
¿ENEMIGOS INTIMOS?
Hugo Chávez y George W. Bush son enemigos. Si, ambos se disputan de alguna manera la dirección de Latinoamérica. Pero esto todos lo sabemos, pero si acaso no lo saben, aquí les van algunos ejemplos que ocurrieron durante la visita de George Bush a Latinoamérica.
Mientras Chávez no deja de buscarle apodos al “Jorge Arbusto” , a éste pareciera que no le interesa en lo mas mínimo, ni siquiera lo nombra. Y lo cierto es que durante esta visita que hizo Bush por Latinoamérica, ni Venezuela ni Argentina estuvieron en su agenda.
Chávez intento así afianzar su presencia en la región principalmente en aquellos países que no se sentían muy respaldados por el mandatario estadounidense. Y tras cada cosa que Bush realizaba, Chávez hacía otra parecida.
Tal es el ejemplo del acuerdo de cooperación para el uso del etanol como combustible que firmaron Bush y Lula da Silva en Brasil, a lo que Chávez respondió con la firma de un acuerdo para el uso de gas natural con Argentina.
Así como también ante la promesa de Bush de un millón de dólares a los damnificados por las inundaciones en Bolivia, Babees remató con la promesa de 15 millones de dólares.
Aún no sabemos en que terminará esta contienda entre Chávez y su enemigo más íntimo, George W. Bush, pero algo esta claro, ambos van por el mismo pedazo de tierra y llegado el momento harán todo lo posible a su alcance para obtenerlo. Por lo menos Chávez ya demostró que no dará el brazo a torcer tan fácilmente.
PAULA VEUTRO.
1 comentario
paula vila -
Al respecto, coincido con lo propuesto por la autora. Definitivamente existe una competencia codo a codo por el dominio de la renaciente Latinoamerica.
Sin embargo, no coincido con las formas en que esta se lleva a cabo. Creo que Chavez deberia dejar de lado, su postura ofensiva para con el premier estadounidense, y optar por el diálogo, que en definitiva, creo lo más positivo a la hora de resolver problemáticas territoriales. Asimismo, considero a ambos, como grandes líderes, aunque destaco el carisma del venezolano, por sobre la apatía e ironía del norteamericano.